Talampaya es un cañón arcilloso con paredes de 150 metros de altura. La visita es guiada en un bus de la empresa que te lleva. El calor y los tábanos nos hacen entrar al bus escopetados. Por gracia o desgracia nos toca hacer la escursión con un grupo de unas 15 viudas ruidosas, y un tipo que les acompañaba vestido de Coronel Tapioca y más blanco que la leche. El guía intenta presentarse pero las viejas lo impiden.
- Yo quiero ir entre el conductor y el guía. Dice una de las más viejas.
- Si señora pero déjeme hablar. Vamos a visitar hoy el Parque Nacional....
- Yo entre hombres, yo entre hombres...
- Que sí señora.
Desesperado se guarda la presentación para otro año.
- Estos chicos de atrás son españoles. Han venido a buscar la valija de la plata.
- Uy estas nos van a dar el viaje....Qué suerte la nuestra.

No ha arrancado el bus, y comienza a hablar de sexo. Escuchamos más burradas que en toda nuestra vida. El conductor comprende ahora pq los tábanos iban tanto a ellas. No hace más q echar más leña al fuego, y el ambiente se hace tenso. No teníamos salida, y la visita al parque era casi lo de menos.
Primera parada, los petroglifos. El 60 % de la expedición no baja del bus. Hay miedo a bajadas de tension, a que revienten las prótesis, o a subidas de azucar. El patiblanco y otras dos mujeres aguantan la larga caminata de ....40 metros. A la entrada al bus le pregunta una de ellas a Sam que si somos Navarros.
- Navarros? Tengo cara de Navarro?
- Es que yo voy al Club Navarro en Mar del Plata.
- Pues en España venden una pasta estupenda que fija la dentadura, y sin sabor.
Entre la algarabía el bus sigue en marcha, y el guía renuncia totalmente a explicar nada.
- Las españolas no son así, son más serias, nos dice la del club navarro. Yo viví en España y hice un pequeño comentario de estos pero nunca me lo perdonaron. Son muy serias.
- Y qué comentario hizo usted?
- Nada una bromita sin importancia.

A la tipa no se le ocurrio otra cosa que bromear con que había perdido un hijo en la guerra civil o algo así a unas personas que lo debieron pasar mal en la guerra. No lo entendimos bien al igual que no entendimos como le partieron los dientes por esa gracia tan "estupenda".
Poco a poco las abuelas van tomando confianza con nosotros. Ya a la vuelta cuando teníamos a todas en el bote, y se habían olvidado con el guía del bus delantero, soltero que no ha conocido mujer, y apodado Vaca Salvaje, y solo tenían ojitos para nosotros, hablamos con la del club navarro y Patiblanco, sobre sueldos en España, precios de pisos, coches .....y vinos. Todo a gritos. Todas miraban hacia atrás hablando con nosotros. En el momento culmen, Patiblanco dice que los vinos argentinos son un chollo para nosotros, y Sam dice bajando la voz:
- Pero esto que no salga de aquí. Entre nosotros. Los vinos españoles son mucho mejores.
Fin de la conversación. Patiblanco no sabe, con contesta. ClubNavarro gira sus prótesis hacia alante y nos da la espalda y solo de esa forma pudimos tener un rato de silencio.
Las españolas son muy serias.

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