martes, 21 de octubre de 2008

Mendoza

Pues llegamos a Mendoza. Lo más conocido de esta ciudad es su proximidad al pico más alto de América. El Aconcagüa. A nosotros nos recibe gris y feo y el cansancio se acumula, así q decidimos pasar aquí dos días para hacer vida de gran ciudad.
Todos los hostels estaban ocupados. Tardamos más de una hora dando vueltas por la ciudad, mirando el pequeño mapa de la guía Lonely en las luces de las farolas para localizar algún sitio con lugar, como dicen estos. Y nos toca un hostel céntrico y algo cutrillo, pero ya puestos a sitios de lujo, no vamos a hacer ascos. Nos tocan de compañeros de habitación dos tipos locos y boludos del Norte de Buenos Aires. Uno de ellos, Juan Cruz charla con nosotros un rato mientras intenta despertar sin lograrlo a su compañero de viaje Jerónimo. Se han metido entre pecho y espalda más de 1000 km para pasar el fin de semana de joda en Mendoza. Esa noche serán compañeros de ronquidos Jerónimo y David, que tampoco se tenía en pie.
Preguntamos al de recepción por un sitio a dónde ir para cenar y tomar algo.
- Chicos, vayan a la plaza pero no se metan. Está llena de "punk band". Son jodidos esos pendejos.
Los punk band son los puncarras q tenemos nosotros pero que por aquí están todavía activos con peleas de bandas de esas que desaparecieron de España hace al menos 20 años.
Nosotros pasamos de estos pendejos pero con quien sí nos peleamos fue con el cajero para que nos diera unos duros y poder comer algo. Ya estábamos cerca de pasar una noche con las tripas vacías cuando por fin conseguimos algo de plata. Nos dirigimos a la zona de marcha, que como nos dijeron era bulliciosa. Cierto, pero para nosotros es muy raro todo. Aquí se sientan a cenar en bares con música a tope y la luz baja. Así se tiran toda la noche hasta q se cansan y se van a sus casas. La otra opción es ir a un boliche bailable, cogiendo un bus que te saca 25 km de la ciudad, pero tienes que llegar antes de las 2 de la mañana pq después no te dejan pasar. Si te quedas en estos bares tan aburridos, está prohibido bailar.
Nosotros hablamos con Erika, una camarera que descubre que somos de Madrid por "la tonadilla".
- Veniros al bar de mi novio, el Oh Madrid, que está en la otra punta, y os presentamos gente. Si no, llamarme y mañana os enseñamos mañana la ciudad. Hacemos algo.
Una muestra más de lo agradable de esta gente. Esta noche no dio para más.
La mujer de Mendoza tiene fama de guapa, pero siempre por detrás de Rosario y Santa Fé. Todas van con pantalones ajustados para lucir sus esculturales cuerpos y lo rebién que tienen sus colas como llaman aquí al culo. Casi todas son morenas con grandes ojos. Por supuesto que todo esto nos lo han contado pq nosotros no nos fijamos en estas cosas. El dolor de cuello que tuvimos en Mendoza era por el frío.
El domingo se levantó igual de nublado y feo que el domingo. Ya no podíamos ver el Aconcagüa ni el Puente del Inca, así que decidimos hacer vida perra. La ciudad tampoco descata por sus museos o sus edificios bonitos, así que poco por hacer.
Esta noche hablamos con los locos compañeros de cuarto, cenamos y fuimos a la plaza de la República, donde se celebraba la fiesta de España. Era una horterada auténtica, como para que no nos extrañemos si nos dicen que somos los de al boina y el toro. Pero bueno, estos aprendieron a beber en bota, comieron callos, y bailaron muñeiras mientras miraban extrañados por todo lo que veían.
La noche seguía pero no nos quedaba más remedio que volver a los bares de la noche antes, y el mismo aburrimiento, aunque nos reímos un rato largo con estos dos personajes tan graciosos. Ya nos dieron las 5 de la mañana y nos pateamos la ciudad buscando algún sitio abierto, pero no lo encontramos por ningún lugar, así que muy a nuestro pesar nos fuimos a la cama que la noche terminó. Al menos descansamos de coche.

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