martes, 21 de octubre de 2008

El Bolsón Los Alerces y Esquel

Dejamos atrás Bariloche subiendo por sus montañas hacia el Sur. Ya alguien nos había avisado que en las afueras veríamos un montón de chozas de chapa de la gente pobre de esta ciudad de ricos, y curiosamente allí estaban las chozas. Qué sorpresa!
Llegamos a las pocas horas al tranquilo pueblo de El Bolsón. Según todo el mundo es un paraíso y lo cierto es que es precioso. Es un valle con río y montañas bonitas con nieve, y cascaditas que caen por todas partes. En el pueblo está la mayor comunidad jipi de Argentina, que además son unos pedazo artesanos de impresión, y tienen el mercaillo más famoso de acá. Todo todo todo se lo llevaría cualquiera a casa. Además estos jipis tienen un buen rollo entre ellos y con los demás que se nota desde lejos, nada que ver con nuestros jipis costrosos de la última moda. Con estos hablas un rato y es una delicia. Y si no les compras, te desean suerte y todo lo bueno que te puedan dar. Entre ellos se ayudan y forman una comunidad que además de otras cosas cuidan a tope en medio ambiente y educan a la gente que visita el pueblo en esta línea.
Este sitio tranquilo es para pasar una semanita al menos, convivir con estos tipos y darte unos paseos por la montaña de ríos en los que se puede beber con tranquilidad, y se puede respirar paz.

Es sábado y en Madrid se juega el Derby.
- Tiramos o lo vemos? Si lo vemos se nos van 3 horas y pasamos por los Alerces de noche.
Pues tiramos y esperemos que alguno de nuestros EX-AMIGOS nos mande un mensaje avisando del resultado.....
Pues seguimos bajando, gozando de las vistas y los paseos del Parque Nacional de los Alerces, y acordándonos de la santa madre de los dueños de estas pedazo de haciendas con cabañas de madera en la orilla de los lagos, y con caballos y barquitas para darse un paseo......y....qué envidia.
Al poco, casi sin darnos cuentas, llegamos a Esquel, punto más al Sur que conoción Sam....el año pasado. yupiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

En el hostel conocimos a la gente que allí estaba casi como una familia, a una chica checoslovaca que hablaba muy bien español y que se bebía las cervezas de dos en dos, y a un guía argentino, un tal Lala, con un corte de pelo hortera, rapado por abajo y rizado por arriba con melenas, que nos sacó a conocer Esquel-la Nuit.
El pollo, se la jugó con nosotros, con tequilitas y cervezas de un trago. Pronto acabó pagando. En el boliche de este pueblo de cuatro gatos, nos pasan un detector de metales por todo el cuerpo. No damos positivo, igual que con los numerosos controles de los asquerosos Gendarmes. De estos llevamos ya unos cuantos, y nos sacan todo del coche, y nos revisan bolsillo por bolsillo buscando una china o un porro de maría para poder meternos una buena mordida.
- Mirad mirad, perros que vamos limpios.
Y ahí se quedan ellos con la cara de perro, sin saber que mirar para trincarnos, y soltándonos con rabia los pasaportes después de haber mirado hasta el canto de los mismos.
- Estamos teniendo mucha suerte con la Gendarmería, nos dice David. Mucha suerte.
Pues volviendo a la noche de Esquel, este tipo feo llamado Lala, en 5 minutos ya se está comiendo a una tierna manceba en la misma barra.
- Será su novia.
Pues no. Pq a los 10 minutos se estaba comiendo a una morena, que a su vez la pilló el novio con el lala y se enojó. Vaya jaleo se trae aquí el personal, intentando mantener un puritanismo de lo más raro.
Casi sin enterarnos se nos fue la noche. David no puede enderezar las piernas y no para de hablar a todo el que se encuentra por la calle. Un rato más tarde Sam y yo lo rescatamos de encima de mi mochila, donde dormía enroscado como una serpiente. No sabéis lo que cuesta subir a un bigardo de estos a una litera.
Al día siguiente, nuestro chofer´ fue un bello durmiente. El Fernet no perdona en estas tierras.

1 comentario:

Teniente Lobo dijo...

Pues supongo que ya os habréis enterado pero el Madrid venció al pateti dos a uno, a pesar del árbitro q nos anuló dos goles y nos jodió pero bien. Marcamos como siempre, a los 34'' de partido, empató el aleti de falta a los 90' e Higuaín de penalti en el 96.
De la Juve mejor no hablar, palmamos dos uno con un juego miserable de los tiempos de Capello... un Cannavaro que nos mató y dos errores en defensa que fueron dos chicharros. Ellos, como siempre, atrás y toda la suerte del mundo.